Éxtasis fugaz

Hola, hoy tuve un pensamiento muy cabrón, creo es uno de esos pensamientos que se quedan pintados en la historia de una buena historia. Las palabras con las que pensé esto solo pudieron presentarse ante mí de una forma tan única como tan confortables para mis sentidos, y es la poesía:

La noche comenzaba a caer,
el viento acariciaba tu suave piel,
el frio solo congelaba mis huesos
y no tenía un cobertor.

De momento paso un amigo,
lo acompañe pero tu aun estabas tan lejos,
camine con él hacia el sur
y a lo lejos alcance a ver tu luz.

No tenía ni idea que venía de ti,
tan solo a la luna vi sonreír,
y en el momento en el que me orille del camino
tu te orillaste y tu mirada me cautivo.

Tu subías mientras yo parado estaba,
tu me mirabas mientras yo te observaba,
fueron los segundos más bellos del día,
un segundo fue tan eterno que paso tan rápido.

Cuando pásate y en mi ya no te fijabas,
yo aun te observaba y pedía al cielo que aun no te fueras,
pero mis suplicas fueron en vano,
alguien ya te esperaba y no era yo.

Y es que tu mirada tan bella,
tus labios tan exquisitos,
tus mejillas confortables
y ese cuerpo tan escultural
me volvieron loco.

Como quisiera ser aquel tipo,
al que sueles besar en tiempos de amor;
pero soy realista y no quiero dejar de ser yo,
¿Por qué mejor no te pierdes con migo una noche entera,
y hacemos lo inolvidable?

Podremos así saciar esa pasión que nos envuelve
en dulce fragancia de éxtasis fugaz.